Inicio Blog Página 26

Obras no son amores: La desconexión política  

En la arena política, es común escuchar a gobernantes alabar su gestión en base al número de obras realizadas. Ya sean alcaldes o gobernadores, no importa si la obra ha sido co-financiada por los vecinos; lo que importa es que estas obras sean presentadas como una muestra de su generosidad y compromiso con el pueblo. Pero, ¿realmente el pueblo recodará quién inauguró esas obras? En un mundo inundado de distracciones como las redes sociales, la gente tiene otras distracciones. 

Los tiempos han cambiado, y la forma en que la población se informa y se conecta con sus políticos también ha evolucionado. El teléfono móvil se ha convertido en un compañero constante, se utilizan para todo, desde entretenerse en las redes sociales hasta disfrutar de música en YouTube o compartir videos graciosos en TikTok. En este panorama, las oficinas de prensa de los gobiernos locales enfrentan el desafío de llamar la atención y competir sus prodiciones audiovisuales con videos de Tik Tok.  

La pregunta que surge es si esto se trata de una crisis de comunicación gubernamental. La respuesta parece ser afirmativa. La población se informa de manera diferente en la era post-pandemia. Las expectativas han cambiado, y la promesa de una obra pública que se retrasa puede tener graves consecuencias para los políticos en el poder. La gente ya no tiene paciencia para entender los detalles de inversión pública y consideraciones burocráticas. 

Sin embargo, no todo está perdido. Las obras públicas tienen voz propia, pero aquí radica el problema: cuanto más tiempo demoren en entregarse a la población, mayor será el rechazo hacia los gobernantes. En un mundo acelerado, los ciudadanos exigen eficacia en las promesas de campaña. Aquellos políticos que intenten enarbolar la idea de que las obras son muestras de amor al pueblo se equivocan. El amor es un sentimiento que puede cambiar, especialmente cuando se pierde la confianza en quienes prometen tanto y entregan tan poco. 

Los políticos deben entender que las obras no son amores eternos. La población demanda resultados concretos y una comunicación efectiva que comunique y no solo informe.

Domingo, 17 de setiembre del 2023

Dina Boluarte canta fuerte en Pichanaki 

En una época no tan lejana, los políticos eran conocidos por su habilidad para comunicarse en público, por su capacidad de oratoria, por su capacidad de convencer a las masas con sus palabras. Las plazas públicas eran el escenario perfecto para estos discursos, donde los ciudadanos se congregaban para escuchar a sus líderes y gobernantes. Sin embargo, los tiempos han cambiado, y en la era de la tecnología, la política también ha evolucionado. 

Hoy en día, rara vez vemos a políticos reunidos en plazas públicas para dar discursos a multitudes que escuchan atentamente. En cambio, los políticos se enfrentan a audiencias más escépticas y exigentes, que ya no se contentan con simples palabras. Para atraer la atención, los políticos a menudo recurren a sus operadores para movilizar personas y crear la ilusión de un apoyo abrumador.  

La presidenta de Perú, Dina Boluarte, habló fuerte y claro durante un discurso en el distrito de Pichanaki, se enfrentó a manifestantes que la acusaban de ser una «Dina asesina». En lugar de ignorar los gritos o responder con palabras suaves, Boluarte respondió con determinación: «A mí nadie me va a amedrentar con palabras como vienen diciendo: ‘Dina asesina'». 

La reacción de la presidenta Boluarte podría sorprender a algunos, ya que durante los meses que lleva en el cargo aparecía calmada. Sin embargo, algo cambió en su actitud y respondió los agravios de los manifestantes. ¿Será que está decidida a enfrentar de manera directa y fuerte a sus detractores?  

En la era de las redes sociales, los políticos deben ser conscientes de que cualquier declaración que hagan puede ser grabada y compartida en línea en cuestión de segundos. Si un político aparece gritando en una plaza pública lo que la gente puede percibir a través de sus teléfonos celulares es que se les agrede a unos centímetros de sus vistas.  

La pregunta es si este enfoque más directo y apasionado de la política es positivo o negativo. Por un lado, muestra que la presidenta Boluarte no está dispuesta a dejar que las acusaciones infundadas la amedrenten. Por otro lado, algunos podrían argumentar que su respuesta puede ser percibida como agresiva hacia la audiencia.

Domingo, 10 de setiembre del 2023 

“Es la economía, estúpido”

«Es la economía, estúpido». Esta icónica frase de James Carville, asesor del expresidente estadounidense Bill Clinton, quien sostenía que la suerte de la política era la economía ha resonado durante décadas en la mente de políticos. Sin embargo, a medida que examinamos el panorama político y económico en diversos países, queda claro que la realidad es mucho más compleja.

La idea de que la prosperidad económica o afirmar que “obras son amores” garantiza el respaldo popular es una falacia que la mayoría de políticos repiten ingenuamente. Pero, ¿es realmente cierto que una economía en crecimiento es suficiente para asegurar un buen gobierno? La respuesta, como lo demuestran los eventos recientes en Perú y Argentina, es no.

En Perú, hemos sido testigos de un crecimiento económico constante durante más de dos décadas, con inflación controlada y presidentes que prometieron progreso. Sin embargo, a fines del 2022, mientras el precio del dólar se acerba a cuatro soles el país se vio sacudido por la caída del expresidente Pedro Castillo. ¿Será que la incertidumbre económica que tocó la puerta de la casa de los peruanos?

Cuando una crisis, ya sea económica, social o natural, golpea a las familias, es entonces cuando se empieza a buscar culpables, y los políticos son los primeros en recibir la mirada acusadora. El aumento del precio del limón en Perú podría ser un ejemplo ilustrativo. Mientras las redes sociales se llenaban de memes sobre este tema, la explicación varia desde la falta de lluvias hasta problemas de producción. ¿Se culpará a los políticos?

La frase de Carville, aunque ingeniosa, no toma en cuenta la complejidad de la política. No podemos reducir la evaluación de un gobierno a cifras económicas para obras. La gestión gubernamental abarca mucho más que la capacidad para hacer más obras. Incluye la capacidad de un gobierno para responder a desafíos imprevistos, garantizar la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos.

Miremos a Argentina, donde la inflación económica es un problema crónico. A pesar de las dificultades económicas, el sistema político argentino ha demostrado ser increíblemente resistente a los cambios o crisis económica. Esto nos muestra que la relación entre política y economía es mucho más complicada.

Si bien la economía es importante para traer recursos para más obras, no es la única consideración que la valora la población.

Domingo, 03 de setiembre del 2023

La gente busca al no político

En Latinoamérica, se ha observado un fenómeno social sobre la preferencia por candidatos que parecen estar fuera del sistema político tradicional. Durante las recientes campañas electorales, varios aspirantes presidenciales han recurrido a actos poco convencionales para captar la atención de un electorado que, si bien se conecta con los medios, parece estar más interesado en el entretenimiento que en las cuestiones políticas.

El presidente de Chile, Gabriel Boric, subió a un árbol para emitir declaraciones a la prensa. Pedro Castillo de Perú apareció con sombrero y montando a caballo. En Ecuador, Guillermo Lasso sorprendió con zapatos de color rojo. Y más recientemente, en Argentina, Javier Milei ha impactado a sus seguidores cantando rock y exclamando «viva la libertad carajo».

¿Qué está ocurriendo en la política de nuestra región en estos tiempos tumultuosos? Parece que la gente, hastiada de lo mismo, busca a última hora al candidato que se distancie del arquetipo político tradicional. En una sociedad en la que la información fluye en todo momento, la población busca la manera de como entretenerse y luego pierde perspectiva para desechar políticos.

Sin embargo, aunque el disfraz de ser un candidato disruptivo puede dar resultados en la lucha por el voto, el arte de gobernar requiere una preparación y compromiso que van más allá de la actuación mediática. En un mundo que cambia a un ritmo vertiginoso, el atractivo de lo novedoso es comprensible, pero tener un buen gobierno es algo muy distinto.

En definitiva, el clamor por los «no políticos» revela una necesidad profunda de cambio y un deseo de ver a líderes que genuinamente conecten con las aspiraciones de la gente. No obstante, es crucial que esta inclinación hacia lo inusual no desvíe la atención de lo que realmente importa: la capacidad de gobernar con integridad, sabiduría y empatía. Porque, al final del día, el encanto de la novedad puede desaparecer, pero las demandas de una sociedad en busca de eficacia de gobierno seguirá en demanda.

Domingo, 27 de agosto del 2023