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El caos de la impopularidad política

Según el último sondeo de opinión pública de la encuestadora Datum, el parlamento peruano tiene una desaprobación del 76% a poco más de cuatro meses de iniciar su trabajo legislativo. Con tal nivel de rechazo,  prácticamente todo lo que tocan los parlamentarios se vuelve impopular.

En tan breve tiempo, tanto el Presidente de la República, Pedro Castillo, que ya bordea el 60% en desaprobación y los parlamentarios están al frente de niveles insostenibles en descrédito político que a puro pulso y sin mucho esfuerzo consiguieron.

Tensión, confrontación, diatribas y frases de acrimonia es lo que caracteriza por estos días el caos de la impopularidad en la política peruana. En tanto, ambos poderes del Estado (Ejecutivo y Legislativo) lograron atomizar la poca confianza que la población entregó en el proceso electoral del 2021.

¿A qué se debe tal nivel de rechazo de la población? ¿Son tan impresentables los políticos de estos tiempos? ¿Se trata de un problema de comunicación? ¿Es acaso la incomprensión política o la distancia social entre pobres y ricos que imposibilita una mejor convivencia entre peruanos? Posiblemente, todas las interrogantes son muy difíciles de explicar.

Desde el sesgo de comunicación política ensayaremos en dar una posible explicación a tal incertidumbre social. Lo primero es que una cosa es informar y otra comunicar.

Dominique Wolton explica que informar no es comunicar. Comunicar implica tolerancia y convivencia. Y, detalla: “No sólo informar no es comunicarse, sino que comunicarse no es transmitir, es convivir”.

Mientras el Jefe de Estado se limite a informar sus acciones de gobierno de manera unidireccional, él no estará comunicándose adecuadamente. En tanto, si los parlamentarios continúan con sus posiciones extremistas tampoco contribuirán a mejorar sus procesos de comunicación. Pareciera que a más beligerancia política, será más la impopularidad que obtengan.

Domingo, 12 de diciembre del 2021

Comunicación desde el gobierno

¿Quién pone la agenda pública? Son los medios de comunicación los que presentan, en sus múltiples plataformas informativas, los diferentes temas que los políticos provocan con sus decisiones acertadas o no. Mientras exista una decisión gubernamental siempre habrá la posibilidad de una repercusión comunicacional e incluso los silencios de un gobernante tiene voz propia. El presidente, Pedro Castillo, es el eje comunicacional de su gobierno.

Si embargo, en el terreno de la realidad no necesariamente es el gobierno el que coloca los temas en vitrina. La oposición política también intentará resaltar temas que consideren prioritarios y que el gobierno aparentemente desatiende. Es más, creo que sería ingenuidad política pensar que los líderes políticos que perdieron una elección se queden callados sobre determinados aspectos de interés social.

Tenemos a los gobernantes, a los líderes de oposición y también al sistema de medios de comunicación detrás de la agenda pública. En países como Perú, donde se vive una suerte de crisis política crónica, 4cualquier acontecimiento puede impactar en la aparente normalidad de la ciudadanía. Un día puede ser el zorrito Run Run, al poco tiempo la noticia es ver al presidente Castillo utilizar sombrero de día y ponerse de noche una gorra para sostener reuniones privadas fuera de Palacio.

Ya quisieran los gobernantes controlar a los medios de comunicación para que se queden callados sobre algún acontecimiento. Eso sólo ocurriría en regímenes que suprimen la libertad de expresión.

Los medios de comunicación tienen línea informativa y editorial. Y, ya con calidad y cantidad de información sobre algunas acciones de gobierno las personas pueden emitir una opinión.

En tanto, el jefe de Estado, Pedro Castillo con su estilo de gobierno y de comunicación de gobierno poco contribuye a generar confianza en la población. El Comercio acaba de publicar que en 128 días como mandatario ha acumulado 15 horas y 52 minutos hablando en público. Del total de ese tiempo, sólo 48 minutos se ocupó en atender a la prensa de manera directa y breve.

Domingo, 05 de diciembre del 2021

No a todos les importa la política

Hace algunos unos días, tuve la oportunidad de conversar con una amiga que se dedica al comercio y entre los temas que abordamos pregunté su opinión sobre el escándalo de los veinte mil dólares encontrados en los sanitarios de Palacio de Gobierno. Me llamó la atención su respuesta, porque según ella no había oído hablar de tal suceso, muy a pesar que la noticia ya había trascendido en medios de comunicación.

Según se informó, el dinero encontrado pertenecería al exsecretario general del Despacho Presidencial, Bruno Pacheco, y quien agobiado por las numerosas acusaciones y presión política renunció al cargo que ostentaba.

¿Por qué no todos los ciudadanos están informados inmediatamente sobre escándalos políticos? Lo más probable es que no todos están al día con las noticias que produce la política peruana, aunque luego se toma importancia cuando impacta en el costo de vida.

Es claro que no a todos les importa la política como les gustaría a los políticos. Además, el poco interés por la política es un tema recurrente en América Latina donde un reducido grupo o élite (Círculo rojo) de políticos, periodistas y otras personas respiran el día a día de los acontecimientos. El resto de la población tiene sus propias preocupaciones.

Es cierto que las redes sociales ayudan a viralizar contenidos de cualquier tema a través de “memes”, sin embargo, todo indica que no llega al total de la población. Debido a este factor es que muchos políticos toman decisiones equivocadas al creer que las redes sociales reemplazaron a la forma de hacer política.

La desaprobación presidencial va en aumento en 57% según Ipsos (15-11-2021). Si el gobierno no realiza un giro de timón por la gobernabilidad podría terminar muy mal. Por otro lado, la población debería tomar mayor conciencia del impacto que genera la política en su vida diaria.

Domingo, 28 de noviembre del 2021

El abrazo a ricos y pobres

El presidente Pedro Castillo ganó la Presidencia de la República con apoyo desde del interior del país. En tanto, los electores que viven en Lima no respaldaron mayoritariamente su propuesta política que vestía con sombrero cajamarquino y alzaba en sus manos un lápiz como símbolo político.

El mandatario peruano tiene más de tres meses al mando del gobierno, mientras su nivel de desaprobación, de noviembre, va en aumento en 57% (Ipsos). De alguna manera, la pandemia del Covid 19, aparentemente está controlada debido a las campañas de vacunación masiva que ya había dejado planificada su antecesor. Es decir, las noticias sobre el incremento de muertes y colapso de hospitales comenzaron a remplazarse por temas como farándula, fútbol, fiestas Covid y delincuencia.

El regreso a la normalidad después de una crisis es relativamente lenta, pero la incertidumbre se mantendrá mientras existe el riesgo. Es cierto que la política tiene repercusión en la economía, y la impaciencia puede tornarse explosiva en cualquier momento.

No obstante, acaba de presentarse una moción de vacancia presidencial. De aprobarse tal solicitud, obligaría al presidente Pedro Castillo a explicar las acusaciones que se le imputa ante el pleno del Congreso. Es posible que de tal emboscada política pueda salir algo magullado porque los cargos que se le atribuyen todavía se encuentra en la esfera indirecta. Todavía no logran acorralarlo. Sin embargo, será la puerta abierta para una secuencia de más sucesivas crisis políticas.

Lo concreto es la poca eficacia y eficiencia en su gestión gubernamental. La economía va en un proceso inflacionario. La incertidumbre económica golpea a la gran inversión y también al mediano y pequeño comerciante.

“Más sabe el diablo por viejo que por diablo”. En plena campaña electoral, el expresidente de Uruguay, José Mujica, aconsejó a Pedro Castillo gobernar para los ricos y también para los pobres. De la misma manera que Saturnino Huilca comentaba a Hugo Neira (1974) que el gobierno de Velasco Alvarado fue a abrazar primero a los pobres y no a los ricos. Los tiempos cambiaron, los peruanos necesitan un abrazo para los ricos y también a los pobres.

Domingo, 21 de noviembre del 2021