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La sucesión del poder

En las últimas décadas, la democracia peruana aparentemente se expresa en su máxima expresión ciudadana para ejercer el derecho al voto y elegir a sus gobernantes. Sin embargo, a pesar que el derecho al voto universal es una reivindicación social surge una interrogante, ¿por qué existe una gran desconfianza hacia la política peruana (Latinobarómetro 2021)?

En el Perú, pasamos de 14 millones (2001) a 25 millones (2021). En resumen, el número de electores, en veinte años, se incrementó en más del 70%. Es una cifra impresionante para tener en cuenta debido a que las sociedades cambian, y los políticos también deberían de cambiar por nuevas expectativas de la población.

¿Cómo explicar la desconfianza hacia los políticos? Uno de los factores es que la política es percibida como ligada a la corrupción. Pareciera que toda persona que decida ingresar a la política será percibida como corrupta, por lo menos es un reflejo en el caso peruano.

La otra posible explicación es el poco trabajo político para la sucesión de poder al interior de los partidos políticos. Para tener una idea clara de vacío en la sucesión de poder, solamente hay que ensayar algunas respuestas: ¿Quién remplazará al gobernador regional? ¿Quiénes tomarán la posta al alcalde de Huancayo, El Tambo o Chilca para el caso de la región Junín? Incluso, ¿quién sucederá en el puesto al presidente Pedro Castillo? Me refiero a políticos que pertenecen al mismo seno político.

Es claro que los movimientos y partidos políticos no tienen estrategia para la sucesión del poder político que adquieren ya que los pocos o muchos triunfos terminan con ellos mismos. ¿Qué hacer? Pensar en la continuidad política, pero no después del triunfo. Para advertir puntos débiles de los políticos solo hay que verificar quienes reemplazarán al candidato que ya comienza a pintar paredes. ¡Ahí se tendrá la próxima estrategia contraria!

Domingo, 24 de octubre del 2021

¿Hacia dónde va la política peruana?

En los últimos cinco años, los peruanos pudimos ver juramentar al cargo como presidentes a cinco políticos (PPK, Martín Vizcarra, Manuel Merino, Francisco Sagasti y Pedro Castillo). Los primeros tres mandatarios dejaron el poder en medio de una crisis política. 

Después de las sucesivas crisis, cuando se creía que todo volvería a la normalidad: nada de eso sucedió en la política peruana.

Pareciera que el Perú es terreno fértil para una secuencia de sucesivas crisis política que inevitablemente genera una alta dosis de incertidumbre o disenso político. Y, por lo general, el costo social no sólo perjudica a los más pobres sino también al desarrollo de todos los sectores productivos.

Según el Latinobarómetro 2021 (www.latinobarometro.org), el Perú es uno de los países con los indicadores más alarmantes en América Latina. La alta desconfianza en los partidos políticos (7%), insatisfacción por la democracia (11%) y el bajo nivel de confianza en los gobiernos (16%) son algunos de los resultados que llama la atención en una muestra que se realizó con más de 20 mil entrevistados en 18 países.

Por lo que se detalla en el informe del latinobarómetro, se observa la grave situación política que atraviesa la política peruana. Un gran sector de los peruanos se sienten insatisfechos por la democracia. Tienen una alta desconfianza por sus gobernantes y sobre todo tienen un alto rechazo a los partidos políticos que es ahí de donde provienen las canteras de los  liderazgos políticos.

¿Hacia dónde va la política peruana? Es claro que si los políticos de izquierdas, centro o derechas continúan sin comprender la necesidad de construir consensos políticos (incluso al interior de sus partidos) vamos camino al despeñadero. La presencia de Pedro Castillo como gobernante es el resultado del hartazgo de la población por la pelea de los políticos, y también por observar más de lo mismo.

Domingo, 17 de octubre del 2021

Coherencia política e ideológica para gobernar

El paso de Guido Bellido como Presidente del Consejo de Ministros (PCM), fue con más penas que glorias. Poco sirvió apelar a la simbología del sombrero, hablar en Quechua o chacchar la hoja coca frente a sus colegas parlamentarios. Quedó la imagen de sus actos, pero no sirve de nada si hay poco contenido.

Los políticos no sólo tienen que parecer, sino fundamentalmente deben ser percibidos que solucionan problemas. Y sobre todo, que no  provoquen más de los que ya tiene la población.

El ex premier apenas dejaba el cargo, mientras recogía sus pertenencias y se despedía de sus ex colaboradores el tipo de cambio del dólar comenzaba a bajar como  si se tratase del final de una tormenta. Al margen de la economía de libre mercado que impone sus propias reglas en países en vías de desarrollo, es evidente la debilidad de construcción de consensos que aqueja a la política peruana.

Nuestro ex premier Guido Bellido creía que gobernar se reduce a enviar apuntes de gobierno desde el twitter. Sin duda, sus publicaciones en redes sociales eran para buscar rebote de prensa, pero la comunicación de gobierno no es sólo trabajo de relaciones públicas o prensa. ¡La comunicación es mucho más que informar!

Guido Bellido ya no está en la PCM. El Presidente Pedro Castillo tiene la posibilidad de reorientar sus objetivos políticos. Sin embargo, la nueva conformación ministerial tiene el terreno movido debido a que su bancada parlamentaria de Perú Libre se mostró desafiante y reclama mayor presencia. 

Para un mandatario es muy difícil gobernar sin apoyo de su bancada. La única posibilidad es tender puentes y lograr acuerdos con otros grupos parlamentarios que hasta hace unos días pedían la vacancia presidencial. El costo puede ser alto, porque se trata de perder coherencia política e ideológica con el partido político que lo llevó al poder y ahora pueden estar en sed de venganza.

Domingo, 10 de octubre del 2021

La estrategia del triángulo político

La conspiración política forma parte de la agenda de los políticos. También ocurre en el mundo empresarial. Siempre fue así. La diferencia es que en la actualidad se hace público las conversaciones gracias a la tecnología. Sin embargo, el impacto de lo difundido pasa como un huracán en redes sociales, pero como toda noticia pierde su interés después unos días.

No por algo, recientemente, casi anticipándose al paso del huracán mediático en redes sociales, el presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido, instó a sus militantes a crearse una cuenta de twitter para defender al gobierno. En tanto, el último viernes, el portal de noticias “Epicentro” publicó chats de whatsApp donde se evidencia que el Premier y Vladimir Cerrón colocan la agenda política en su bancada parlamentaria.

¿Cuál es el juego político? Distraer a la oposición. La estrategia responde a un triangulo mediático, donde el presidente Pedro Castillo aparece en la cima, debajo de él se ubica el Premier que juega en pared con Vladimir Cerrón. Y, la artillería utilizada es la cuenta de twitter.

Es una estrategia ya conocida en norteamérica, consiste en que el presidente se mantiene como observador de la batalla de sus alfiles políticos. Luego que la oposición pisa el palito, y como a la población no le gusta las peleas, el presidente aparece para calmar las aguas. El objetivo es beneficiar la popularidad del mandatario.

La estrategia podría resultar favorable, pero la realidad orienta la percepción de la población. La economía atraviesa por difíciles momentos. El precio del dólar continúa en subida y no parece detenerse. Si no hay cambio de rumbo, dentro de poco se evaluará escombros políticos. ¿Funcionará tal estrategia?

Domingo, 03 de octubre del 2021