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Persistencia política de AP

No debería sorprendernos que la próxima fuerza política en el parlamento será Acción Popular (AP). Al ganar la alcaldía de Lima en octubre de 2018, ya se vislumbraba el importante impacto político que adquirirían en el escenario mediático nacional. Tener como alcalde en una ciudad de más de once millones de habitantes es una vitrina que siempre fue parte del tablero estratégico de los políticos.

Sin embargo, Acción Popular volvería a la escena nacional después de varias décadas. Ganaron la última presidencia de la República con Fernando Belaunde en 1980. Tuvieron un breve paso por palacio de Gobierno con Valentín Paniagua (22 de noviembre de 2000 y culminó el 28 de julio de 2001). También, posteriormente exhibieron persistencia política con los pocos parlamentarios que tuvieron como Víctor Andrés García Belaunde, Yonhy Lescano, entre otros.

La política es persistencia y lo saben bien sus dirigentes y militantes. Es lo que deberían comprender los líderes de nuevos movimientos políticos que aparecen al calor del momento electoral. No solo es tener declaraciones con diatriba hacia los partidos políticos de viejo cuño, sino por el contrario, hay que comprenderlos y estudiar su historia para tener o replantear una perspectiva política diferente.

La crisis de las instituciones políticas, es en parte por la pérdida de representación y alternancia que no consiguieron, pero sí que poseen idearios políticos y sobre todo persistencia. Todo lo contrario ocurre en un movimiento independiente, cae el líder y desaparece la organización política, más aún, cuando ellos mismos se mienten y eligen entre ellos.

Domingo, 05 de enero de 2020

Publicidad electoral

¡Basta ya de políticos tradicionales!, ¡El Perú quiere un cambio!, ¡Cambio de Constitución!, ¡Lucharé por los más pobres!, ¡Trabajaré por los agricultores y emprendedores!, ¡Fuera los corruptos! Son entre otras las ingeniosas frases que apelan los candidatos al parlamento con la intención de captar la atención de un electorado distraído en sus propias preocupaciones.

Debido a una ley electoral, los políticos ya no pueden realizar pactos comerciales directamente con los medios de comunicación (radio y televisión), sin embargo, tienen a su disposición las redes sociales para “bombardear publicidad” como algunos ya lo hacen con la esperanza que en tan poco tiempo, obtener un mejor posicionamiento de contenido político. ¡Si es que lo tienen!

Ojalá hacer política se reduciría solo a un tema de más publicidad. Incrementamos la pauta publicitaria y solucionaríamos los problemas políticos. Pero no es así. Hacer política es mucho más complejo que ir a una competencia de quien invierte más en publicidad. Tampoco se reduce a utilizar cualquier acto publicitario como enviar un saludo por fiestas de fin de año.

El otro problema que enfrentan los que postulan es que son poco o casi nada conocidos por sus electores. Y agravan su situación al postular por partidos o movimientos con poca o nula recordación a nivel símbolo partidario. Para ingresar a la política, o para participar en un proceso electoral no es suficiente tener entusiasmo, hacen falta el conocimiento y trabajo de otro tipo de variables.

Domingo, 29 de diciembre de 2019

¿La derecha decidirá?

Hace una semana, la empresa IPSOS publicó el resultado de una encuesta con proyección nacional que vale la pena analizar. Insistiré en que los estudios cuantitativos y cualitativos es una de las mejores formas de diseñar una estrategia electoral. Tan igual como realizan las grandes empresas mediante un estudio de mercado para decidir sus inversiones.

A juzgar por el resultado y estando a poco más de cinco semanas del proceso electoral, los partidos políticos que tienen una fuerte recordación simbólica o posicionamiento mayor al de sus competidores son; Acción Popular, Fuerza Popular, Partido Morado, Alianza Para el Progreso, Somos Perú y el Frente Amplio.

Pero lo curioso es que en ese mismo resultado, Acción Popular tiene mayor respaldo 28% en el segmento A y 14% en B, es actualmente, el partido con mayores posibilidades a nivel nacional y Lima. Sin embargo, el Perú es muy distinto a 1980 cuando ganó el ex presidente, Fernando Belaunde. Algo cambió en los peruanos, y no precisamente fue la preservación de discusiones ideológicas. El electorado se volvió mucho más pragmático a la hora de decidir su voto.

El fujimorismo, inclina en el otro extremo la balanza socioeconómica al mantener un fuerte respaldo en el D y E. Los otros partidos como el “Morado” se ubican más en el espectro del centro. Con lo que queda para el análisis, es que un paso en falso de Acción Popular y pueden terminar etiquetados como los dignos representantes de la “derecha peruana”, que poco o nada serviría para ganar posiciones con miras a las presidenciales del 2021.

Domingo, 22 de diciembre de 2019

El fantasma electoral en Perú

Hace unos días, gustosamente formé parte de una mesa de expositores en la Universidad de Huancavelica, donde junto a César Franco (Colombia) y el doctor Juan Carlos Gómez (Chile), se abordó la actual problemática política. “Sociedades latinoamericanas en conflicto”, así se denominó el evento académico organizado por la facultad de Ciencias de la Educación. ¡El fantasma electoral en Perú!

Indudablemente, que mi sesgo profesional como comunicador social me obligó a abordar el tema desde la perspectiva de la “Comunicación Política”, que entre otros enfoques se centra por comprender quién o quiénes controlan la agenda pública.

Sí, esa tensión social que debería existir entre el Estado, gobierno, sociedades, partidos políticos, políticos e incluso con más potencia en estos tiempos, me refiero, al sistema de medios de comunicación que la misma política está obligada a convivir con ella, porque desde hace un tiempo atrás que la política se pone en escena desde las cabinas de radio, un set de televisión o la sección política en los diarios impresos.

Empero, ¿quién es el fantasma electoral? Sin duda, la suma electoral de los votos blancos y nulos (ver cifras de la ONPE) que juntos conforman la segunda o quizás tercera fuerza política en la región y el país. Ignorar esa porción de electores es creer equivocadamente que se gobierna solo y exclusivamente para los que nos votaron. De ahí proviene el mayor rechazo a los políticos y todo lo que ellos realizan e incluso sin importar la magnitud de las obras que dejan. ¡El fantasma electoral en Perú!

Domingo, 15 de diciembre de 2019