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Guido Bellido con el circo, falta el pan

Entre un clima de incertidumbre política, finalmente, el presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido, recibió el voto de confianza ante un parlamento fragmentado. Fue un acto político que en realidad estaba obligado a realizar junto a su gabinete porque así lo establece nuestra Carta Magna. ¡Guido Bellido con el circo, falta el pan!

El discurso de bienvenida de Bellido, pronunciado en quechua, y el acto de chacchar la hoja de coca en pleno Hemiciclo fueron los dos acontecimientos que centraron el debate, y encendieron las discusiones en redes sociales, principalmente por la reacción de los políticos de oposición. Es claro que después del voto de confianza nadie se acuerda de ninguna o muy pocas propuestas del plan de trabajo que se presentó. Creo que se perdió una extraordinaria oportunidad de fijar los ejes de gestión (economía, salud, trabajo, etc.) para los próximos cien primeros días o incluso para los cinco años de gobierno.

Sin embargo, si muy pocos se acordarán de lo que dijo el primer ministro es claro que no se olvidarán los actos para llamar la atención: Primero dio el saludo de bienvenida en “quechua” para luego aparecer masticando hojas de coca sentado en su escaño parlamentario tal como si se tratara del descanso ante una jornada laboral muy propio de algunas costumbres del interior del país, el cual merece todo nuestro respeto.

Nicolás Maquiavelo recomendaba siglos atrás que cada uno ve lo que parece, pero pocos ven lo que en realidad es. El pueblo se deja seducir por apariencias. En conclusión, muchos de los actos políticos que se observan tienen un trasfondo mediático, al apreciarse de manera emocional tendrá el efecto esperado por los autores. No obstante, un gobernante puede llevar el circo para entretener un breve tiempo, pero luego la población se impacientará y exigirá que el pan no sea caro.

El gobierno se equivoca si cree que con más shows mediáticos logrará contentar a la población. Con el voto de confianza a su favor le da un estrecho margen para respirar y oxigenarse, mientras la derecha peruana recarga municiones. 

Domingo, 29 de agosto del 2021
Diario Correo – Huancayo

Peligroso juego de la agenda pública

En todo contexto social de cualquier país del mundo los políticos intentan controlar la agenda pública para sus propios intereses. En el caso de los gobernantes ya en ejercicio del poder lo hacen para mantener o mejorar su nivel de aprobación ante los ojos de la opinión ciudadana. Por lo general, al inicio de su mandato se atreven a dar anuncios de corte populista con el objetivo de congraciarse con sus electores.

El escenario se vuelve complejo cuando los políticos de oposición salen al frente para también imponer su propia agenda pública. Se trata de endilgar responsabilidades al partido de gobierno, y afirman también que todo lo malo que sucede es porque ellos no ganaron la elección. ¡Eso sucede con alcaldes, gobernadores, y presidentes!

El tercer actor es el sistema de medios de comunicación. En algunas ocasiones si los periodistas no simpatizan con los que ganaron la elección se vuelven severamente críticos con los gobernantes de turno. Si un gobernante logra tener reflejos políticos, y si corrige sus actos puede salir airoso para tener un relativo contexto social en calma. Pero, si no hay capacidad de enmienda se deja la puerta abierta para una crisis política.

No obstante, es la ciudadanía en general con sus propias preocupaciones que no necesariamente comparte los ataques entre políticos del partido de gobierno con los de oposición. Incluso, rechazarán la agenda mediática de los propios medios de comunicación. La inesperada aparición de Pedro castillo, con Perú Libre, como actor político es una muestra de las cuerdas separadas que existe entre los políticos, medios de comunicación, y lo que realmente busca la población.

En el momento actual, del Perú, si los políticos no comprenden que las preocupaciones de la población es la economía inflacionaria y emergencia de salud; es decir, si no hay soluciones concretas, dentro de poco tiempo, la ciudadanía podría terminar por hartarse de la pelea, entre políticos, y ahí sí, puede producirse un terreno fértil para el abismo social. ¡El peligroso juego de la agenda pública!

Domingo, 22 de agosto del 2021
Diario Correo – Huancayo

Los misiles mediáticos

Estamos a poco más de quince días de la juramentación de Pedro Castillo como Presidente Constitucional del Perú, y sobre su gobierno remecieron desde diferentes flancos una impresionante carga de misiles mediáticos que seguramente tendrá algún impacto en la opinión pública. Si el maestro de Chota creía que gobernar era una tarea fácil comparado con la de dirigir un aula de clase, en estos momentos, debe estar preocupado por tratar de contentar todos los reclamos e incluso cumplir sus promesas de campaña.

Los primeros misiles mediáticos llegaron para derribar el muro de contención política que se supone debería tener el gobierno en la composición de su gabinete ministerial. No prepararon la artillería de defensa, tampoco consiguieron los generales de primera línea. Y, como expusieron sus debilidades, despertaron las críticas desde sectores de izquierdas a derechas. Si Pedro Castillo no logra reestablecer el orden político, ¿se habrá encontrado la justificación perfecta para su derrocamiento?

Sin embargo, mientras las acusaciones políticas llegan en distintas direcciones para tratar de minar la poca credibilidad que tiene el gobierno, e incluso, si persisten los ataques sin medir la contundencia de las pruebas creo que podría resultar un efecto contraproducente en la ciudadanía. ¡Cuidado! La gente tiende a solidarizarse con los más débiles. Porque si la comunicación es emocional, la comunicación política es hiperemocional.

Seguramente, el impacto de la economía es una variable muy difícil de explicar. Es decir, cuando el romance electoral se mantiene, como en toda actividad humana, podría contenerse por un breve tiempo. Si no se logra aprovechar ese momento se corre el riesgo de perder la confianza ciudadana y, eso a veces, jamás se logrará recuperar. Alan García con el APRA en su primer gobierno es una muestra de lo difícil que es recuperar la confianza ciudadana. Ni siquiera Acción Popular con la figura Belaunde lograron, hasta hoy, recuperar la confianza electoral.

Domingo, 15 de agosto del 2021
Diario Correo – Huancayo

Gobernar de espaldas a la prensa

¿Qué extraño manifiesto político logró aglutinar en una sola línea de defensa a  políticos y líderes de opinión de casi la totalidad de medios de comunicación? El sociólogo francés Dominique Wolton sostiene que interpretar la política es una suerte de equilibrio de fuerzas que jalan de un lado a otro entre políticos, la población y los medios de comunicación (periodistas). Esa condición de tensión social permite el equilibrio social para una convivencia democrática.

Algunos analistas ensayan que la posición política del actual gobierno no es exclusivamente por presión de Vladimir Cerrón. La hipótesis política es que el presidente Pedro Castillo es consciente de todos sus actos como gobernante. No es un político capturado por un grupo de partidarios radicalizados ideológicamente, sino que el mismo mandatario forma parte de la estrategia. Su anuencia y, el silencio de sus actos de gobierno, así lo demuestran.

Es cierto que Pedro Castillo abordo de Perú Libre fue proclamado ganador por el Jurado Nacional de Elecciones y, junto a sus partidarios, anhelan plasmar su programa político con la gente que contribuyó al triunfo. Pero, eso no significa gobernar de espaldas a la crítica ciudadana por los errores que se les acusa, y de dar muestras de no querer cercanía del sistema de medios de comunicación (periodistas) para informar sobre la conducción de políticas de Estado; sobre todo, responder a las criticas que se hace a su gobierno.

Tal como van las cosas, el gobierno central prefiere como táctica política el silencio, y la descortesía ante la prensa. Por otro lado, los periodistas mostrarán su posición sobre el tema. Es muy difícil para un gobierno, en cualquier país del mundo, gobernar en confrontación permanente con la prensa. Si ya se definió ese camino, dudo mucho la sobrevivencia política por más ilusión ideológica que exista. ¡La amenaza es cierta!

Domingo, 8 de agosto del 2021
Diario Correo – Huancayo