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La pugna por el poder en la región Junín

Ángel ​Unchupaico y su vicegobernador  se contradicen
El presidente de Alemania, Paul Hindenburg, le dijo al ya canciller, Adolf Hitler cuando este intentaba solicitar facultades extraordinarias para gobernar por encima del presidente; “Cuando un hombre atrapa el poder en lugar de esperar a que le sea otorgado, a menudo se quema”.

En 1993, Héctor Melgar Lazo (Barbacha), llegó a ser alcalde del distrito de El Tambo a consecuencia de un pedido de vacancia al entonces alcalde, Arturo Poma. Años más tarde, también en el mismo distrito, esta vez los protagonistas fueron el entonces teniente alcalde, Alberto Arizaga y el alcalde, Héctor Melgar Lazo. (Se solicitó vacancia de Arizaga sin éxito).

Ya en el 2003 y otra vez en el mismo distrito (El Tambo) se repitió la misma historia, Hugo Alvarado (Primer regidor) se enfrentó infructuosamente al alcalde, Sergio Cárdenas. Y durante la primera gestión de Dimas Aliaga (1999 – 2002), Diego Veliz, regidor de su propia bancada, inició una férrea oposición.

Recientemente, las ansias de poder que terminaron en vacancia fueron de Freddy Arana, alcalde provincial de Huancayo (2010) y Abraham Carrasco, alcalde distrital de Chilca (2014). Ambos sustituidos por su primer regidor.

La constante fue la pugna de poder y su consecuencia casi fue la misma para todos; gestiones ensombrecidas y sin respaldo popular a futuro (nadie aplaude una riña). Los alcaldes terminaron en desgracia política junto a los que ambicionaron el poder.

Las graves acusaciones de los últimos días entre el gobernador regional y su vicegobernador, si es que no forma parte de un libreto de circo, sería el comienzo del fin a sus pretensiones.

Miércoles, 13 de enero de 2016

De los 20 candidatos, algunas conclusiones

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Si las agrupaciones políticas de Vladimir Cerrón (Perú Libertario) y de Francisco Diez Canseco (Perú Nación) logran su inscripción ante el Jurado Nacional de Elecciones, serán 20 partidos o alianzas, cuyos líderes (algunos dueños o caciques) este 10 de abril, esperan ser ungidos por el voto popular para ser elegido presidente del Perú. Al parecer, hay para todos los gustos.

Creo que luego de la ola de violencia subversiva y el decaimiento de la economía que enluto y empobreció a miles de familias en la década del 80 en el Perú. Y sin temor a equivoco, los más de 30 millones de peruanos, cada vez más y en mayor número, llegan a la comprensión que sus vidas, ya no dependen en demasía de un Estado paternalista (se le necesita, pero no en lo absoluto) y al que hay que extenderle la mano para pedirle; vivienda, salud, educación entre otras cosas.

El peruano de hoy, (el grueso de la PEA, 16 millones) trabaja de manera independiente (emprendedor) y no le va muy mal. Entonces, por lo general, nuestra mente y cuerpo rechaza de manera natural e inconsciente a aquello que puede ser dañino o no le es útil. Lo anterior, puede ser una explicación que motive indiferencia, no lo sé, pero debe existir alguna respuesta para que casi un 30% de intención de voto del electorado se ubique entre indecisos o blanco y viciado.

Quizás, una de las razones para tener 20 candidatos presidenciales, es por la misma crisis de crecimiento y desarrollo que atraviesa nuestro país (no todo está mal). Sin embargo, como refieren algunos amigos economistas, “el mercado regula todo” y veremos cuál de las propuestas triunfa.

Domingo, 05 de enero de 2015

Oposición para ganar políticamente


El corazón de la democracia y que significa vivir en ella es la división de poderes (Ejecutivo, Judicial y Legislativo) y que estos a su vez, gocen de plena autonomía. Ello permite, entre otras cosas la generación de una necesaria tensión de poder.

Sobre este escenario, la estructuración de una oposición política desde un partido o movimiento, es menester su activismo para la construcción de gobernabilidad o generación de consensos (no pactos bajo la mesa).

Prueba de ello, el triunfo de Macri en Argentina y la coalición opositora en Venezuela. Y en España, gracias a su sistema político (Rajoy como presidente y líder del Partido Popular tiene el más número de escaños ganados) pero no lo suficiente para obtener la embestidura para presidir el gobierno Español, por lo cual, está obligado a buscar alianzas o coaliciones políticas con sus otrora adversarios.

Por estos lares, que se cuestiona con tanto ahínco las alianzas, debería mirarse un poco más el modo institucional (PPC – APRA). Los otros acuerdos de última hora y en base a personas, quizás pueden dar resultados electorales a sus patrocinadores (o dueños), pero dudo mucho que sea lo que mejor le convenga a nuestro país y al sistema político. Pues luego y sin miramiento ante una derrota electoral aparecen con otro color político. Total, es la fuerza del olvido.

Entrar en la vida política y ser parte de una oposición, también corresponde al juego democrático. El tema es que tipo de oposición se plantea y asumir los riesgos, más aun, con ataques y campañas de desprestigio que sufren los que osan cuestionar algún nivel de gobierno (local, regional o nacional) ¿quién se anima a construir oposición?

Domingo, 27 de diciembre de 2015

Política en tiempos de smartphone

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Cuando en 1990 un casi desconocido Alberto Fujimori se subía a un tractor para pretender ser presidente del Perú, y con un discurso que suponía canalizar una necesidad de cambio del establishment político e incluso su movimiento se llamaba “Cambio 90”. Los peruanos ya buscaban cambio.

En ese entonces, vivíamos en una sociedad en donde solo el 3% (abril de 1990) de la población tenia telefonía fija y que consideraba que la manera en que los partidos políticos enfrentaban los diversos problemas (subversión, empleo, educación, salud, etc.) carecían de efectividad y había que dar otra mirada.

Creo que a pesar que ya pasaron más de 25 años desde la aparición de Fujimori en la escena política, vivimos en una sociedad que constantemente anhela cambios. Y no es para menos, pues producto del desarrollo de la tecnología, hoy de los más 30 millones de peruanos, tenemos igual número de celulares activos (según datos de Opsitel) y la tercera parte posee un smartphone.

Ello significa, que cada vez hay miles de teléfonos celulares que diariamente se conectan a internet y las posibilidades de acceso a información y comunicación se incrementan cada vez más, esto tiene un fuerte impacto en la toma de decisiones del peruano. Lo cual también cambia drásticamente las reglas de juego de hacer política.

El tema es que los políticos comprendan estos cambios, no para que sencillamente comienzan a utilizar facebook y twitter, sino para comprender como la población de hoy (diciembre del 2015) viene comunicándose, organizándose y como percibe la manera de hacer política en tiempos de smartphone.

Domingo, 20 de noviembre de 2015