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Oposición para ganar políticamente


El corazón de la democracia y que significa vivir en ella es la división de poderes (Ejecutivo, Judicial y Legislativo) y que estos a su vez, gocen de plena autonomía. Ello permite, entre otras cosas la generación de una necesaria tensión de poder.

Sobre este escenario, la estructuración de una oposición política desde un partido o movimiento, es menester su activismo para la construcción de gobernabilidad o generación de consensos (no pactos bajo la mesa).

Prueba de ello, el triunfo de Macri en Argentina y la coalición opositora en Venezuela. Y en España, gracias a su sistema político (Rajoy como presidente y líder del Partido Popular tiene el más número de escaños ganados) pero no lo suficiente para obtener la embestidura para presidir el gobierno Español, por lo cual, está obligado a buscar alianzas o coaliciones políticas con sus otrora adversarios.

Por estos lares, que se cuestiona con tanto ahínco las alianzas, debería mirarse un poco más el modo institucional (PPC – APRA). Los otros acuerdos de última hora y en base a personas, quizás pueden dar resultados electorales a sus patrocinadores (o dueños), pero dudo mucho que sea lo que mejor le convenga a nuestro país y al sistema político. Pues luego y sin miramiento ante una derrota electoral aparecen con otro color político. Total, es la fuerza del olvido.

Entrar en la vida política y ser parte de una oposición, también corresponde al juego democrático. El tema es que tipo de oposición se plantea y asumir los riesgos, más aun, con ataques y campañas de desprestigio que sufren los que osan cuestionar algún nivel de gobierno (local, regional o nacional) ¿quién se anima a construir oposición?

Domingo, 27 de diciembre de 2015

Política en tiempos de smartphone

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Cuando en 1990 un casi desconocido Alberto Fujimori se subía a un tractor para pretender ser presidente del Perú, y con un discurso que suponía canalizar una necesidad de cambio del establishment político e incluso su movimiento se llamaba “Cambio 90”. Los peruanos ya buscaban cambio.

En ese entonces, vivíamos en una sociedad en donde solo el 3% (abril de 1990) de la población tenia telefonía fija y que consideraba que la manera en que los partidos políticos enfrentaban los diversos problemas (subversión, empleo, educación, salud, etc.) carecían de efectividad y había que dar otra mirada.

Creo que a pesar que ya pasaron más de 25 años desde la aparición de Fujimori en la escena política, vivimos en una sociedad que constantemente anhela cambios. Y no es para menos, pues producto del desarrollo de la tecnología, hoy de los más 30 millones de peruanos, tenemos igual número de celulares activos (según datos de Opsitel) y la tercera parte posee un smartphone.

Ello significa, que cada vez hay miles de teléfonos celulares que diariamente se conectan a internet y las posibilidades de acceso a información y comunicación se incrementan cada vez más, esto tiene un fuerte impacto en la toma de decisiones del peruano. Lo cual también cambia drásticamente las reglas de juego de hacer política.

El tema es que los políticos comprendan estos cambios, no para que sencillamente comienzan a utilizar facebook y twitter, sino para comprender como la población de hoy (diciembre del 2015) viene comunicándose, organizándose y como percibe la manera de hacer política en tiempos de smartphone.

Domingo, 20 de noviembre de 2015

Política al ritmo del “Totó”


En un intento por comunicarse con sectores populares y los más poblados en Lima (San Juan de Lurigancho tiene más de 1 millón de habitantes). César Acuña, recientemente bailó al ritmo del “Totó” con la popular cantante y bailarina, Yahaira Plasencia. ¿Por qué Acuña se pone a bailar? Pudo organizar un amplio discurso para presentar su programa de gobierno.

En mi opinión, lo que sucede es que según estudios de neuromarketing, nuestra comunicación de manera inconsciente es del 85% y un 15% es de modo racional. En términos de comunicación no verbal, la influencia corporal, representa el 55% frente al 25% de las palabras y 20 % del tono de voz. Alguna vez oí decir, tus acciones hablan más que tus palabras.

Ya a finales de la década de los noventa, el expresidente Alberto Fujimori se presentaba al ritmo de tecno cumbia a cuanto mitin proselitista le organizaban. Y como olvidar el ritmo de reggaeton que el Apra incluyó en el 2006 para lograr conexión social con los jóvenes.

Pero la inserción de música y baile como recurso político, no es algo exclusivo de los peruanos, ni tampoco de los estrategas de Acuña. En la reciente juramentación del presidente, Mauricio Macri de Argentina, él se sacó la banda presidencial para bailar al ritmo de cumbia argentina desde el balcón de la Casa Rosada. ¿Macri, bailó por casualidad?

Nos aproximamos a abril del 2016 para elegir al próximo presidente del Perú, y la interrogante surge ¿Qué música y baile los peruanos esperan? Tarea para los estrategas. Ojo, no a todos los peruanos le gusta el mismo ritmo de música.

Domingo, 13 de diciembre de 2015

Dos temas a cambio del CADE 2015

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Dos sucesos que llaman la atención luego de la presentación de planes de gobierno en el CADE 2015. Primero, la declaratoria de estado de emergencia en la provincia Constitucional del Callao, ello debido al alto índice de violencia que atraviesa. Segundo, la celeridad que tuvo la detención de Manuel Burga, ex presidente de la Federación Peruana de Futbol, por investigaciones que realiza la justicia norteamericana por el escándalo de corrupción internacional en la FIFA.

Sobre ambos temas; no cabe duda la existencia de un claro objetivo mediático que viene desde el gobierno para apagar reflectores de cobertura periodística y plantear otros temas, exactamente después de la exposición de los principales candidatos presidenciales de Perú (Keiko Fujimori, PPK, Alan García, Alejandro Toledo y César Acuña) en el CADE 2015. El efecto, es que tales noticias de última hora ya después del CADE, comparten audiencia con la presentación de planes de gobierno. ¿Coincidencia? ¿Tal vez? ¿En política? Lo dudo.

El tratar de influir para que la atención de la opinión pública se desviara en otro sentido, puede responder a un peligroso juego estratégico. ¿Quizás sea cierto que el poder desde el gobierno, no puede poner a otro presidente, pero creo que si puede influir para que no ocurra algún escenario predecible?

Para los empresarios, el CADE 2015 probablemente pudo calmar tenciones en cuanto a política económica. Sin embargo, desviando la atención se frustra el derecho de las grandes mayorías a tener opinión en temas como; seguridad, educación, trabajo y salud. Luego nos quejamos de que los sectores C, D y E cambian constantemente de opinión y deciden su voto a último momento.

Domingo, 06 de diciembre de 2015