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Sublevación informal

Para el economista, Hernando de Soto, la población peruana reacciona positivamente ante la crisis económica orientados por un capitalismo popular. “Los ambulantes están tratando en lugar de sublevarse en armas, tratan de entrar al mercado”. Además, declaró que la primera reacción de la población no fue incendiar, sino buscar empleo. La gente no reaccionó con armas como en los años ochenta, refería el autor del “Misterio del Capital”.

Por otro lado, el economista Gonzales Izquierdo opinó hace unos días, en una conferencia virtual organizado por la Universidad Peruana Los Andes, que la informalidad en lugar de ser perseguida hay que comprenderla como un medio para la reactivación económica que generará empleo en nuestro país. El reto es qué medidas de salubridad se deberían implementar en lugar de quitarles su mercadería.

Los peruanos que decidieron emprender un negocio encontraron durante muchos años la manera de crear su propio empleo. En base a su sentido común confían en el mercado; abren pequeños negocios en sus casas y salen a la calle para vender y comprar.  

Es difícil predecir lo que ocurrirá en los próximos meses con el desempleo generalizado. No será una crisis solamente sanitaria, sino que ahora también será económica. Es cierto, ambas crisis las provocó la pandemia del coronavirus, pero a juzgar por los resultados del gobierno central que no son nada positivos creo que se debería prestar mayor atención al comercio informal antes que se conviertan en detonantes sociales.

Domingo, 21 de junio de 2020

En defensa de la dignidad

El filósofo, Friedrich Hegel, dejó escrito: “La historia de un pueblo comienza cuando este pueblo se eleva a la conciencia”. El domingo que pasó, escribí para Correo que necesitábamos ir a un debate político, incluso de corte ideológico, para tener en el futuro un Estado mucho más fuerte del que tenemos actualmente.

Sin embargo, mientras en el Congreso, que prometió ser mejor y diferente, se preocupaba por invitar a Richard “Swing” para tener presencia mediática desde los medios de comunicación; millones de peruanos caían al desamparo en cuanto a educación, salud y trabajo.

Debido al crecimiento económico, del PBI del Perú en los últimos treinta años, se redujo la pobreza y millones de peruanos ingresaron a una economía de mercado para promover su propio empleo; aunque, a causa de la pandemia del coronavirus otra vez millones de peruanos volverán al estado de pobreza. ¿Qué hacer en esa circunstancia?  

Si anhelamos una sociedad diferente, el Estado debe recuperar su rol protagónico en educación, salud y trabajo. ¡De no hacerlo! Continuaremos con ese círculo vicioso de lamentaciones para identificar las causas de problemas sociales que hoy nos aquejan.

La Constitución Política del Perú, establece en su primer artículo la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad; miren cómo se la protege y agrede, como en el caso del comercio informal que sucede en estos tiempos.

Domingo, 14 de junio de 2020

Un futuro diferente

¿El tiempo nos pone en el lugar que merecemos? Es posible. En circunstancias como el momento que atraviesa nuestro país debido a la pandemia del coronavirus, no solo es posible, sino que es evidente las debilidades estructurales que tenemos en políticas públicas como en salud, educación, trabajo y una interminable lista de variables.

Durante años se habló de un mercado mundial, donde todo se compra y se vende; aunque algunos venden más y otros poco o nada. De hecho, trae muchos beneficios, es algo que no podemos negar como el desarrollo tecnológico que llega a los países en vías de desarrollo.

También se habló del rol del Estado enfocado en servicios básicos y se dejó que el resto lo haga la inversión privada como en la generación de empleo, sin embargo, miren como miles de trabajadores se quedaron sin salarios con la invitación a una “licencia perfecta”. El mercado por su propia competencia o incompetencia no pude desarrollar a una sociedad para que pueda ser más prospera.

Tenemos un país desigual, donde menos del 30% de la PEA tiene trabajo con un ingreso mensual fijo. El mercado por su propia naturaleza no pudo equilibrar la balanza social entre ricos y pobres.

El reto para las próximas discusiones políticas, y desde luego ideológicas, debe centrarse en modificar el presente para tener un futuro diferente en cuanto a rol del Estado. ¡Necesitamos un Estado mucho más fuerte! No queremos un Estado que se arrodille frente a cualquier adversidad.

Domingo, 07 de junio de 2020

No persigan a los informales

No vivimos en un Estado tal como vivió la Alemania Nazi, antes de la segunda guerra mundial, donde la policía alemana irrumpía negocios y golpeaba a judíos. Tampoco tenemos un gobierno tal como fueron las dictaduras comunistas de China y Rusia; mucho menos, un militarismo de derechas que apaleaba y restringía libertades. ¡Vivimos en democracia!

Y como si no fuera bastante, la amenaza mortal del coronavirus, millones de familias que no tienen una remuneración mensual están obligados a salir a trabajar. En el Perú, poco más del 70% de la población en edad de trabajo tienen un ingreso económico independiente; es decir, ahora tienen que salir a la calle en plena cuarentena para conseguir algún ingreso económico, aún a costa del riesgo de su propia vida.

Observamos a diario, impresionados, lo que alcaldes y funcionarios municipales al no encontrar otra solución persiguen a comerciantes informales en todo el país. Al decomisar sus mercaderías; no se dan cuenta, que se llevan la esperanza de comida de las familias que dependen de ellos. Tratan de imponer orden en la calle; pero, los comerciantes salen para conseguir comida. ¡Qué ironías de la vida! En campaña electoral prometieron trabajar con ellos. 

La amenaza mortal del coronavirus parece ser implacable con los peruanos. Pero si las autoridades de gobierno no muestran sensatez a la hora de tomar decisiones, es muy probable que luego que culmine la tempestad sanitaria; la población buscará culpables. Si no es el proceso de revocatoria, será en las próximas elecciones donde el electorado cobrará venganza política.

Domingo, 31 de mayo de 2020