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Símbolo partidario

Cuando un partido político tiene en sus filas a un buen candidato gran parte de su estrategia política y electoral está asegurada porque de alguna manera aumentará su ventaja competitiva frente a sus adversarios. Claro que también juega un rol fundamental el que un político pueda comunicarse para sintonizar con las principales inquietudes de la población. Daniel Urresti, es uno de los que bien podría ser descrito a propósito del último proceso electoral.

Sin embargo, así como importa mucho el personaje político, también lo es el símbolo partidario y es ahí donde muchas agrupaciones políticas se tropiezan y cometen graves errores y pierden elecciones. Quizás, por su vanidad o el ego colosal que los abruma no llegan a sumar voluntades para sus propósitos políticos. No se dan cuenta que el símbolo partidario es fundamental a la hora de un proceso electoral, porque finalmente son los electores quienes marcan con un aspa en la cédula de sufragio a lo que más recuerdan.

En el caso de los partidos políticos “tradicionales” también tienen una enorme ventaja comparativa a nivel simbólico, pero lo que les falta es identificar a nuevos cuadros políticos que representen a una nueva generación. Entre otras cosas, marca y producto son variables que se asocian.

De ahí que si algunos políticos que ya llevan varias campañas electorales sin triunfar, entre otras variables es que la población no los identifica visualmente a un símbolo partidario ya conocido.

Domingo, 01 de marzo de 2020

La política, un triunfo efímero

“Ningún triunfo es eterno, y ninguna derrota es para siempre”. No cabe duda que los triunfos y fracasos en política traen consigo sentimientos encontrados. Los que ganan, festejan tanto que olvidan sus promesas y a la gente que los apoyó. Los que pierden sufren un duro revés y se retiran, pero muchos de ellos seguirán persistiendo. También hay de los que se burlan de sus adversarios que fueron derrotados.

Daniel Urresti, fue uno de los primeros en agredir y burlarse de sus adversarios políticos. Claro que él obtuvo más del 70% de los votos para “Podemos” en Lima, pero olvida que todo triunfo en política es efímero, se va rápido, porque la población así como te elige, te castiga en los siguientes procesos electorales. Entre cosas, porque el tiempo siempre es corto en política para cumplir con todo lo prometido.

De ahí que los políticos deben prepararse más  emocionalmente para cuando se alejan de la política, en lugar de hacerlo para los triunfos, porque a veces, “Dios ciega a los hombres cuando los quiere perder”, aunque ellos tercamente eligen el camino del odio y la venganza para hacer política.

De manera que, este periodo parlamentario será breve, durará poco más de un año, el tiempo apremia y no sólo tienen que demostrar trabajo, sino convencer a la ciudadanía de lo que realizan. El Perú es una sociedad con fuertes resentimientos sociales, porque la política y sobre todo los políticos la defraudaron, debido a eso es que en cada elección se produce el voto de castigo. ¡Los que triunfaron en una elección se vuelven perdedores en la siguiente!

Domingo, 23 de febrero de 2020

Negando hechos, ¿para qué?

En términos de temporalidad, el gobierno resolvió en ese mismo día una nueva crisis propiciada por ellos mismos. No era para menos, cuatro nuevos ministros tuvieron que juramentar al cargo en cuestión de horas, tiempo suficiente y mucho antes de que las salas de redacción de los principales noticieros o ediciones de prensa del día siguiente puedan preparar titulares que informen lo acontecido.

El presidente, Martín Vizcarra, y su equipo reaccionaron de inmediato antes de que la crisis se generalice y pueda llegar a oídos del ciudadano que no habla de política sino cuando ve o lea titulares de prensa. Es más, casi no dieron tiempo a adversarios políticos o a periodistas para que preparen su artillería mediática. Algunos lo intentaron, pero ya era otra la noticia.

Sin embargo, y tal como afirma el politólogo, Mario Riorda, no importa si la política sabe el camino, andando comunica igual. Incluso el silencio es comunicación. Entonces, por más que el gobierno intente negar los hechos por lo que se aceptó la renuncia de sus ministros, la abundante información sobre las pretensiones de la empresa Odebrecht para cobrar al Estado peruano 1200 millones de dólares por el caso del Gasoducto, aún no se discute a profundidad en los hogares peruanos pero será cuestión de tiempo.

Parece que hay poderes fácticos (políticos y económicos) que aplauden que no se tenga en funciones a un parlamento que haga control político. Equilibrio de poderes que la democracia necesita para su supervivencia. Sin control político, queda la libertad de expresión y de prensa para hacer su trabajo.

Domingo, 16 de febrero de 2020

La jugada de Odebrecht

Tal parece que el objetivo fue influir en la política para obtener beneficio corporativo, pero para ello se necesitaba contar con buenos distractores mediáticos. La actual demanda planteada por Odebrecht para cobrarle al Perú 1200 millones de dólares, luego de obtener varios beneficios económicos, así lo demuestran.

El escándalo de corrupción más grande en latinoamérica, fue el caso Odebrecht que explotó en el 2016. Pero después del 2017, 2018 y 2019 los peruanos se entretuvieron con sucesivos shows mediáticos (Ollanta Humala, Susana Villarán, Alan García y Keiko Fujimori entre otros, fueron los más sonados). Ocurría de todo, mientras se ganaba tiempo para la coartada legal ante cierta ingenuidad de la fiscalía Perú.

El 2019 fue clave. El poder político desde palacio de gobierno, arremetió al parlamento, gran parte del sistema de medios también enfiló su puntería y en setiembre se logró cerrar el Congreso frente al aplauso popular. Pero parece que otros aplaudieron con más fuerza. Porque ya no había control político.

Fue tiempo necesario para que luego de la distracción se arremeta contra el Estado peruano. No les había importado corromper instituciones y funcionarios, tampoco les importaría sacar ventaja a su poder económico. Creo que la actual representación del Congreso, debería demostrar su altura política, hacer control político y enfrentar a los verdaderos poderes fácticos. ¡La historia los juzgará!

Domingo, 09 de febrero de 2020